30.10.09

La Danza de la Muerte


La "Danza de la Muerte" era originalmente una especie de espectáculo semejante a las moralidades inglesas.
Su auge inició en la Edad Media durante la plaga de peste bubónica o Muerte Negra que azotó a Europa.

La “Danse Macabre”, como también se le conocía, se creó a fin de recordar que la muerte está más cerca de lo que nosotros creemos, y el tema fue retomado por diversos artistas como poetas, músicos o pintores.

El movimiento que se desarrolló llevó a su tratamiento en la forma dramática. En estas obras la muerte no aparecía como el destructor, pero sí como el mensajero de Dios que convoca a los hombres al mundo más allá de la tumba, una familiar concepción de la Santa Biblia y de los poetas antiguos. El movimiento de los personajes fue un desarrollo posterior, puesto que primero la muerte y sus víctimas se movían de manera lenta y dignificada. Pero la Muerte, actuando el papel de un mensajero, tomó naturalmente la actitud y movimiento de su tiempo, es decir los violinistas y otros músicos, y la danza de la muerte fue el resultado. El propósito de estas obras era enseñar la verdad acerca de que todos los hombres deben morir y por consiguiente deben prepararse para aparecer ante su Juez. La escena de la obra normalmente era el cementerio o la parte trasera de la iglesia, aunque a veces puede haber sido la misma iglesia. El espectáculo era abierto por un sermón acerca de la certeza de la muerte a cargo de un monje. Al cierre del sermón provenían delante de las sepulturas, normalmente situada en el cementerio, una serie de figuras cubiertas con la tradicional máscara de calavera, un traje de lino ajustado, pintado con líneas amarillentas para parecer un esqueleto. Uno de ellos se dirige a la víctima, que es invitada a acompañarlo más allá de la tumba. La primera víctima normalmente era el Papa o el emperador. La invitación no se considera un favor y varias razones se dan para rechazarla, pero éstas se encuentran insuficientes y finalmente la muerte lleva a su víctima lejos.

Un segundo mensajero toma la mano de una nueva víctima, un príncipe o un cardenal, que son seguidos por otros representando las varias clases sociales, el número usual era veinticuatro. La obra era seguida por un segundo sermón reforzando la lección de la representación.
Los rastros más viejos de estas obras se encuentran en Alemania, pero hay un texto en español para una actuación dramática similar con fecha anterior al año 1360, "La Danza General de la Muerte".
En Italia además del tradicional baile de la muerte había espectaculares representaciones de la muerte como el todo conquistador en la tan llamada "Trionfo della Morte". Los rastros más tempranos de esta concepción pueden encontrarse en Dante y Petrarca.
En Florencia (1559) el " triunfo de la muerte " formó parte de la celebración del carnaval. Se describía así: Después de la oscuridad un gran carro, tapizado de negro y tirado por bueyes, camina a través de las calles de la ciudad. Al final del eje se veía el Ángel de la Muerte tocando la trompeta. En el techo del carro estaba una gran figura de la Muerte llevando una guadaña y rodeada por ataúdes. Alrededor de los carros se cubrían tumbas que se abrían siempre que la procesión se detenía. Hombres vestidos con prendas negras en las cuales estaban pintados cráneos y huesos venían al frente y, se sentaban en el borde de las tumbas, cantando lamentos por la brevedad de vida humana. Antes y detrás del carro aparecían hombres de blanco y negro llevando antorchas y mascaras de calavera, seguidos por estandartes desplegando los cráneos y huesos y esqueletos que montan en yeguas huesudas. Mientras marchaban la compañía entera cantaba el Miserere con las voces temblorosas.
Mientras se desarrollaba el arte de la pintura la danza de la muerte en cierto modo se hizo permanente al ser pintada en las paredes adjuntas a los cementerios, en las sepulturas, e incluso en las iglesias. Estas representaciones se encuentran en la mayoría de los países de Europa. Uno de los más famosos es el " Triunfo de la Muerte " en el cementerio de Pisa, pintado entre 1450 y 1500.
En muchas representaciones dentro de varias parejas se encuentra un diálogo en rima entre la Muerte y sus víctimas, iniciando con la invitación de la muerte y la contestación de su víctima.
Grabada con el desarrollo de su arte la danza de la muerte se volvió un tema naturalmente popular para los grabadores. Muchas impresiones similares fueron producidas por varios artistas alemanes, pero la versión más famosa es la que el joven Holbein, edito en 1538 por medio de los hermanos Trechsel de Lyons.

Fuente La enciclopedia católica

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